¿Te has preguntado alguna vez cómo afectan tus palabras a los niños? ¡Pues deberías, porque son muy poderosas! Las palabras son como semillas que plantamos en el jardín de la mente de un niño. Al igual que las semillas, las palabras llevan en sí mismas el potencial para crecer y florecer en algo hermoso y fructífero.
Pero no todas las semillas son iguales. Hay algunas que dan frutos dulces y jugosos, y otras que dan frutos amargos y secos. Lo mismo ocurre con las palabras. Las afirmaciones positivas inspiran, motivan y alientan, mientras que las críticas negativas, desaniman, lastiman y desprecian.
¿Qué tipo de semillas quieres plantaren el jardín de la mente de un niño? ¿Quieres que sea un lugar lleno de color, vida y alegría, o un lugar gris, triste y solitario? La elección es tuya, y depende de las palabras que uses.
Cuando usas afirmaciones positivas de amor, bondad y respeto, estas palabras germinan en la mente del niño, creciendo en árboles de compasión, empatía y entendimiento. Estos árboles luego dan frutos de acciones positivas, relaciones saludables y una autoestima sólida.
Por otro lado, cuando usas críticas negativas por medio de palabras de odio, miedo o desprecio, pueden crecer en arbustos espinosos de ira, inseguridad y tristeza. Estos arbustos pueden oscurecer el jardín de la mente del niño, impidiendo que florezcan las flores de la felicidad y la paz interior.
Lo que siembras hoy, lo cosecharás mañana…
Un jardinero y un padre tienen mucho en común, porque ambos saben que lo que siembran hoy tendrá un impacto en el futuro. No se trata solo de plantar una semilla y esperar a que crezca, sino de cuidarla con amor y dedicación para que se convierta en una planta hermosa y saludable.
Así como el jardinero prepara el terreno, abona la tierra, riega las plantas y las poda cuando es necesario, el padre o la madre también debe preparar el ambiente para que su hijo o hija crezca con una raíz fuerte, que le permita nutrir las ramas de confianza, respeto y afecto, y así desarrollar una relación sólida y duradera con él o ella.
El objetivo de la crianza es que nuestro hijo o hija produzca frutos dulces de autoestima saludable, alegría y fortaleza, que le ayuden a enfrentar los desafíos de la vida. Para ello, debemos regar, abonar y podar el jardín de su mente, pero con las herramientas adecuadas, como las afirmaciones positivas y no con las que lastiman y debilitan como las críticas negativas. Debemos establecer límites y rutinas saludables que le den seguridad y estabilidad, yal mismo tiempo le permitan explorar y aprender.
Con Storybook App, puedes modelar la mente con el poder de las Afirmaciones Positivas. Estas frases motivadoras le ayudarán a formar una personalidad e identidad positivas, que le servirán para toda la vida.
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